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Laura Gómez Recas es mi amiga y duda. No de la vida, ni de mí, ni de la amistad, sino del suficiente trallazo lírico de sus poemas. Laura y su duda: herramienta con la que escucha. Tiene los ojos decididamente entregados a la escritura, la voz dispuesta, su presencia ofrecida a donde haya huellas del hacer poético. La escuché por vez primera en la tertulia de mi amigo Manolo Cortijo. Desde entonces me aroma con su decir cercano a la melodía, por su intención, por su cercana sinceridad de salvia. Pero duda. Duda del papel, ante el papel. Aunque sé cómo espera el papel su primera entrega. Tiene amigos: con los que juega al placer de hacer versos, al soñar de los happening y de las perfor. Visita cementerios, encuentra a Larra, recorre Lavapiés, habita los azules, cuida a su hija, escribe amor, escribe luego. Sé que habla de mí, me lo dijo Tena. Sé que es tagram y endecasílabo, quiero decir imaginación y orden, fiesta e historia, temblor. Quiero que esté conmigo en las ramas y el fuego de este blog. Que aquí gravite. Este es el poema que le robé.
Sólo un peso de ti
¿Cómo desasir del alga que me urde
el pétalo olvidado en mis pulmones,
sin abrir en canal el cuerpo mío
y mostrar sus entrañas
al viento de tu boca?
Inviable erradicar esto que soy,
que diseña el dolor en cordillera
y atraviesa la carne que transporto,
que muevo, que remolco inapetente…
Mi sangre balancea la espesura
en bosques que aprisionan
las flores que escotaron tu garganta.
Del color de ese amor nada me queda
sólo un peso de ti
que en mí gravita.
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Dudar es bueno, pero tener amigos que le apoyen a una, es mejor. Siento el trallazo lírico en esta muestra que nos traes. No me extraña que quieras que te arome y que por aquí gravite.
ResponderEliminarEnhorabuena, Laura! Bess a los dos.
Estupendo comentario Laura duda".
ResponderEliminarY que gran hermoso poema, una delicia, un canto a las exencias
del alma y un surtir de amor el corazón, que bién, que bonito.
Felicidades y enhorabuena, porque
lo celebramos todos los poetas. Gracis,
Un cariñoso saludo.
Mi querido Paco. Francisco Caro. De dulce presencia y aún más dulce trato.
ResponderEliminarNo sé cómo agradecer tus palabras. Es más, no sé si debo agradecerlas o encerrar la lágrima con ellas dentro de mi corazón.
Es un comentario el tuyo lleno de ternura y, siendo yo su blanco, me encuentro por completo desconcertada. Porque no, no dudo de la amistad; y sí, sí dudo de la calidad. La excelencia es el techo al que debe aspirar el que escribe. ¡Tengo tanto miedo a no ser digna de la lectura! Quizás porque leo mucho y siento la poesía excelente, la que eleva el espíritu. El arte es lo que más nos acerca a lo divino. Y ahí es donde me tropiezo con mis rasgos más acentuadamente humanos.
Quiero que sepas que el hecho de que hayas definido así mi quehacer poético... con tanta ternura, alguien que ama, aprecia y escribe literatura como tú lo haces, me ha hecho sentir un poco más cerca del atino.
Toda mi admiración y mi gratitud, aquí, junto a un beso.
Laura