viernes, 21 de junio de 2024

Un poema: La diana arpillera

 

Ilustración: Pedro Castrortega


Ella, la infancia,
la que hoy juega conmigo,
es un filo sin muescas, es un nunca
oxidado punzón, es una lezna
que horada en desgobierno
 
como broca procede,
es un dardo salido para no regresar,
pero que torna, flecha
que abandonó lo terso mucho antes
de conseguir saberme
 
así urde,
y jamás se extravía, bien conoce el camino:
la diana arpillera a donde apunta
su voz nueve años
es siempre la blandura de mi pecho, y llega
para clavarse sabia, para clavarse hondo,
aguzada en las noches como está
por los herreros turbios de la melancolía
 
ella,
que sin duda conoce
al hombre en hemorragia que ahora soy
y trama su regreso en la sospecha
de que dicto —¿sin tregua?— porque busco
lo que entonces no supe ni sangré
 
y en longitud de acero se me ofrece.

10 comentarios:

Anónimo dijo...

Fantástico, Paco...
M. A .Y.

miguel ángel dijo...

La búsqueda, en el ocaso del retorno, de aquello que no pudimos encontrar en los amaneceres... Pero la sangre de hoy debe eximir de la melancolía. Ya fue bastante ayer. La arpillera se ha endurecido y la flecha oscila y desatina. Que no nos hieran más, ya basta...
M.A.Y.

a dijo...

Estremecida estoy después de leer este profundo poema, Paco. Gracias por tu compartir.
Isabel F. B. de Quirós

Albada Dos dijo...

La infancia. Ese paraíso perdido, porque no existía nostalgia alguna, ni se esperaba más que lo que traía el día.

Un abrazo fuerte

imgar1@hotmail.com dijo...

Hermoso, Francisco.

fcaro dijo...

No hay otra defensa que la aceptación, MAY. De lo que quisimos ser a lo que somos. pero a veces...

fcaro dijo...

No hay otra defensa que la aceptación, MAY. De lo que quisimos ser a lo que somos. pero a veces...

fcaro dijo...

Gracias, Isabel, la infancia vuelve para intentar explicarnos los miedos, las pocas esperanzas.

fcaro dijo...

Exacto Albada, todo se inauguraba, todo era camino nuevo.

fcaro dijo...

Gracias, Isabel,ma alegra tu opinión.