Antolín Amador es un poeta de raza, de rabia. Dueño de un lenguaje repartido, mitad por mitad, entre el el cuero y el metal, atiende a las provocaciones de lo cotidiano con una mirada inteligente, proletaria. elegante. Mira el ras de las cosas sabiendo que en ellas vive la trascendencia, y esa debe ser la tentación fundamental del poeta, mirar y ver. Después decir. Y es en el decir en donde se produce el segundo milagro. Antolin es dueño de un atuendo de palabras que no pasa desapercibido, que dirige sus disparos al centro de nuestra inteligencia, lugar en donde él sitúa el hangar de las emociones.
Tal vez por eso le concedieron un premio que, últimamente, parece muy atento a descubrir poetas con miradas sospechosas de no comulgar con rutinas de aldea. El libro titulado "Las letras pequeñas", se presenta el viernes 24 de octubre en Manzanares. Allí estaré, acompañándole.
Os dejo un anticipo, un poema. El que abre el libro.
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Conozco nuevas maneras de estar solo
Recuerdo que antes, mucho antes de ti
y de las noches quietas sin zapatos,
solía conformarme
con el olor a césped de tercera
y el ruido del camión de la basura.
Un murciélago hacía fuegos artificiales
con las farolas
y yo me convencía de inmediato
de la capacidad de acción de las metáforas.
Antes había poco de mí que fuese fácil.
Los dedos parecían una urdimbre
perfecta
para que la caricia
no volviera a encontrarse satisfecha.
Y la voz, la voz sólo era una excusa
para matar el tiempo
sin que se me notasen las derrotas.
Y no es que me resulte complicado
transcurrir rodeado de adjetivos,
lo que pasa
es que conozco nuevas maneras de estar solo
que me hacen intuir
que nunca volveré a ser demostrable.
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1 comentario:
Y allí estaremos nosotros también acompañando/disfrutando de los poetas.
Por cierto, el libro viene con marcapáginas de regalo... ¿que misterio anunciará?...
si no puedes esperar... www.lasletraspequeñas.es has de visitar.
Hasta más ver, mañana en Manzanares
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