Paramos junto al Zújar, brillas, busco con mis dedos la danza que me ofrecen los tuyos miro y estás a la vez junto a mí y en la mitad del río, lejos de las orillas, de la enea, en la voz de los pájaros recuerdo entonces las palabras de tu poeta muerto: busca la piedra el agua, busca el pan tu corazón callas, tienes el leve gesto tuyo, inocente y culpable, de haber nacido presa de tus presos anhelos y anhelada.
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